El Banco Central Europeo (BCE) ha revelado detalles sobre el prototipo del Euro digital. En un informe, el BCE confirmó que, después de dos años de rigurosa preparación que comenzó en octubre de 2023, el proyecto ha avanzado hacia su conclusión programada para octubre de 2025. Basado en los ideales de privacidad y protección de datos, el BCE ha enfrentado escepticismo sobre las posibles implicaciones del Euro digital en las libertades personales.
La institución ha declarado que ciertas restricciones podrían imponerse en el Euro digital, como limitaciones en la tenencia de cuentas, para reforzar la estabilidad financiera. Esta medida se presenta como un acto de equilibrio, que busca evitar que el Euro digital se convierta en una reserva excesiva de riqueza y asegurar la función crucial de los bancos en la entrega de servicios de crédito creíbles.
Inversores en criptomonedas como Daniel Batten han expresado preocupaciones sobre varias características invasivas percibidas del Euro digital. Afirmaciones sugieren una facilidad de vigilancia, la capacidad para ‘desplataformar’ a los usuarios y la facilidad para congelar cuentas individuales, lo cual contrasta fuertemente con las medidas de privacidad promocionadas por el BCE.
De manera controvertida, el Euro digital está diseñado con elementos programables controlados por contratos inteligentes, insinuando la capacidad del banco para dictar el uso de la moneda. A pesar de estas preocupaciones, el BCE promete una «funcionalidad sin conexión» para transacciones que imiten la privacidad de los intercambios en efectivo, aunque los escépticos argumentan que cualquier transacción de este tipo aún requeriría la base de datos central, socavando la verdadera privacidad.
Una decisión final sobre la emisión del Euro digital del BCE esperará después del proceso legislativo de la UE y la finalización de la fase preparatoria. El lanzamiento del Euro digital forma parte de un cambio más amplio a medida que las economías globales contemplan transiciones desde el efectivo físico hacia formas de moneda digitalizadas. Hasta la fecha, naciones como Nigeria, las Bahamas y Jamaica han lanzado oficialmente un CBDC, con múltiples proyectos piloto en marcha en todo el mundo.